Paloma Cuevas pasa por un momento delicado en su vida. A pesar de que profesionalmente pasa por un inmejorable momento y de que sus hijas son el motor de su vida, tiene una honda preocupación.
Nada que ver con su expareja, Enrique Ponce. Las aguas bajan calmadas entre el exmatrimonio después de las turbulencias de hace unos meses. Han firmado el acuerdo de divorcio, Ponce ha cambiado las redes sociales por la discreción doméstica y Ana Soria está alejada del núcleo familiar.
Las hijas de Paloma y Enrique, Bianca y Palomita siguen con su madre a la vez que mantienen una magnífica relación con su padre.
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A nivel laboral, a Paloma Cuevas le va fenomenal. El confinamiento en soledad, despechada y abandonada por su marido, le sirvió para resurgir de sus propias cenizas y relanzar su carrera profesional. Ha empezado una fructífera colaboración con la diseñadora Rosa Clará.
La colección de vestidos de fiesta que ambas mujeres han diseñado mano a mano está siendo un éxito. Paloma ha vuelto a ponerse en el centro del complicado mapa de la moda y a sus casi 50 años mantiene una posición privilegiada en el sector.
Paloma Cuevas preocupada por el problema de salud de su padre
Paloma Cuevas ha sufrido un contratiempo que la ha obligado a cancelar su asistencia a la Barcelona Bridal Fashion Week. Es una relevante cita de moda nupcial a la que tenía que acudir en apoyo de Rosa Clará.
La exmujer de Enrique Ponce ha preferido quedarse en su casa al cuidado de su padre, Victoriano Valencia. El hombre, de 90 años, está bastante delicado de salud tras haber tenido que ser ingresado en un centro hospitalario.
El legendario torero fue atendido en el Hospital La Zarzuela, de Madrid, su centro de confianza según explica El Español. El citado medio apunta a "complicaciones típicas de la edad" que ya había tenido en anteriores ocasiones.
Fue Paloma la que canceló todos sus compromisos a última hora y acompañó a su padre al hospital. Allí estuvo durante todo el ingreso hospitalario de anciano, pendiente en todo momento de lo que pudiera necesitar.
La pérdida en la familia de Paloma que todavía hoy lloran
Paloma quiere y admira muchísimo a su padre. Su familia siempre ha sido su prioridad y este es uno de los motivos por los que, en los últimos años, no ha tenido una intensa actividad laboral.
Ahora que su padre está delicado de salud y convaleciente en casa, Paloma recibe la ayuda de su otra hermana, Verónica. La hermana de ambas, Paloma, también tiene ya una edad y no puede atender a su marido.
Vive fuera de Madrid, pero viaja con frecuencia a la ciudad para visitar a sus padres y a su hermana. Paloma y ella se reparten las tareas de cuidado y vigilancia de sus progenitores. Ambos viven actualmente con Paloma y con sus hijas en la casa que tienen en el paseo Pintor Rosales de La Finca, la lujosa urbanización de Pozuelo de Alarcón.
Paloma y su familia siguen recordando con mucho dolor la muerte que dejó a la familia sin consuelo. Nano, el otro hermano de Paloma, falleció repentinamente a los 41 años de edad, víctima de un ataque al corazón. Fue en 2014 y no hay día que no lo recuerden.
Victoriano Valencia ha tenido siempre un papel central en la vida de su hija Paloma. Él fue quien puso todo el interés en que Paloma conociese a Enrique Ponce, con quien terminaría casándose.
Valencia se convirtió también en el padrino profesional de Ponce, acompañándolo durante toda su carrera. Eso forjó unos sólidos vínculos familiares y profesionales que se mantuvieron hasta que Enrique y Paloma decidieron divorciarse.