Lydia Lozano es una de las más veteranas trabajadoras, no solo de Sálvame, sino de Telecinco. La periodista las ha visto de todos los colores en la cadena de Fuencarral y a pesar de sus sonados tropiezos periodísticos, es de las más queridas allí.
Lydia, en Sálvame, se ha prestado a todo lo que se le ha pedido: llorar, reír, bailar, disfrazarse... Conoce de cerca lo que es la batalla por las audiencias y siempre ha estado dispuesta a sumar para ganar a la cadena rival.
Sálvame está en horas muy bajas. Muchos pronostican ya su final, más pronto que tarde. Ahora estarían dando sus últimos coletazos, tratando de remontar un producto que está agotado y del que el público parece que ya se ha cansado.
Esta semana empezaba por todo lo alto. Belén Esteban se rompía la tibia y el peroné en directo, simulando una prueba de Supervivientes. Casi cinco minutos de dolor insoportable y de confusión en directo que se retransmitió para la audiencia.
Lydia Lozano fue una de las más críticas con la situación. Visiblemente nerviosa, la colaboradora que también sufrió con la prueba, no daba crédito a lo que estaba pasando y cuestionó la actitud de Jorge Javier Vázquez.
Pues bien, la venganza no ha tardado en llegar
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Lydia Lozano y la fobia que más la aterroriza en Sálvame
Lydia ha sido la protagonista de Sálvame y no precisamente por decisión propia. En el plató que tienen montado, emulando la isla de Supervivientes hay de todo: insectos vivos, objetos punzantes, obstáculos...
Viendo que el dolor de Belén atrajo el interés de la audiencia, han seguido explotando los problemas físicos de los colaboradores. Así pues, Lydia se ha lesionado en directo, con un corte que ha necesitado cura.
Según la colaboradora, se ha "astillado" el talón, por lo que necesitó de gasas para parar el sangrado. Lydia estaba en playa 'fatal', la peor zona del plató, y allí hay que convivir con insectos vivos, entre otras lindezas.
Lydia se hirió porque "estaba descalza y es que tiene fobia a los bichos". Perfecto, ¿qué es lo mejor para alguien que tiene fobia a los bichos?, perseguirla para tirarle gusanos vivos encima.
Y así fue, Jorge Javier empezó a bromear con Lydia tirándole gusanos encima y diciéndole que le corrían por el pelo, por dentro de su vestido. Lydia, histérica, empezó a sacudirse, a reír, a llorar y a entrar en pánico.
Otros colaboradores como Carmen Borrego o Kiko Hernández se añadieron a esta especie de tortura televisada. Lydia no pensaba en lo que hacía y empezó a intentar quitarse el vestido, totalmente sugestionada por la presión.
Tanto fue así que en un arrebato por quitarse de encima los gusanos, se arremangó todo el vestido, dejando ver su ropa interior y parte de su culo.
Lydia ríe por no llorar
Lydia aseguró que llevaba body, pero para cerciorarse de que lo que se había visto no era su trasero, volvieron a poner las imágenes. La colaboradora, visiblemente estresada y sin ganas de seguir con aquel bochornoso momento volvió al plató.
Han sido otros minutos más de vergüenza ajena de la que Sálvame ya ha hecho su marca de la casa. A falta de contenido, han pasado a someter a sus colaboradores a pruebas y humillaciones cada vez más extremas para retener a la audiencia.
El problema es que la audiencia sigue dándoles la espalda.
Las cuestionables movidas que más que aceptación provocan rechazo y compasión por los pacientes colaboradores que la sufren parece que solo divierten a Jorge Javier.