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Imagen de Kiko Rivera llorando en Telecinco

Kiko Rivera sabe que se ha ido de casa acompañada y lo da todo por perdido

Kiko Rivera es consciente del problema, pero no puede hacer nada

Kiko Rivera, famoso desde la cuna, está acostumbrado a tratar con los periodistas, pero hay cosas que se le escapan de las manos. Hace un año emprendió una guerra contra su madre Isabel Pantoja, quien se ha ido de casa para empezar una nueva vida en América. Va a estar una temporada en el extranjero porque sus fans reclaman su presencia y quiere cantar en los mejores escenarios del momento.

Kiko Rivera sabe que la gira americana de Isabel salvará Cantora, aquella finca en la que la familia ha vivido momentos tan felices. La periodista Gema López asegura que la viuda de Paquirri saneará sus cuentas bancarias gracias a este proyecto profesional tan ambicioso. Cobrará 100.000 euros por concierto, cantidad que ha llamado la atención de su hermano Agustín, ahí está el problema.

Kiko rivera con gafas, la barba desaliñada, la cabeza ladeada y una sonrisa triste
Kiko Rivera está intentando recuperarse | Instagram

Kiko sabe que su madre ha abandonado Cantora de la mano de Agustín, decenas de fotógrafos han sido testigos de la reaparición de la artista. El aeropuerto se ha llenado de fotógrafos porque eran conscientes de que Pantoja tenía que coger un vuelo hacia Argentina. Va a actuar en Buenos Aires, en el recinto Luna Park, un auditorio que cuenta con casi 10.000 butacas.

Kiko lleva defendiendo mucho tiempo que su tío Agustín no es buena compañía para Isabel y piensa que él es el responsable de todo. Ha comprobado que la tonadillera no piensa cambiar de actitud y que hará todo lo posible para no deshacerse Cantora. La propiedad está a salvo, pero la relación entre Rivera y su madre se ha roto para siempre: ya no hay solución.

El marido de Irene Rosales ha dado todo por perdido y ya no quiere seguir luchando porque piensa que nadie perdonará sus errores. Es cierto que ha hecho comentarios fuertes sobre su familia, pero también se ha disculpado con todos a los que ha ofendido. Nadie, menos su prima Anabel Pantoja, le ha perdonado y el DJ está más solo que nunca.

Kiko Rivera ha intentado frenar el problema

Kiko conoce mejor que nadie a Isabel Pantoja, por eso era consciente del efecto que tendrían sus palabras. Protagonizó un programa en Telecinco que fue demoledor y la tonadillera tiene muy presente esta traición. Desde entonces ha estado encerrada en Cantora y solamente ha salido para rendir cuentas ante el juez.

Plano medio de Isabel Pantoja y Agustín Pantoja en el aeropuerto
Kiko Rivera conoce los planes de su madre | Gtres

Rivera ha visto que su madre se ha marchado de España, la mala noticia es que no lo ha hecho bien acompañada. Viajará con Agustín Pantoja, quien está revisando todo lo que tiene que ver con los conciertos que se celebrarán en América. El problema, según ha contado el DJ, es que el hermano de la cantante no tiene preparación suficiente para desempeñar ciertas tareas.

La viuda de Paquirri no tiene fuerzas, pero necesita ganar dinero para solventar ciertos asuntos que han estado a punto de acabar con ella. Según Lecturas, después de Argentina se trasladará a Mostazal, a Chile y a Lima, tres sitios donde tiene muchos fans. El público está deseando volver a disfrutar de su voz, a pesar de que muchos han intentado silenciar su talento.

Kiko Rivera ha perdido a su familia

Kiko ha visto a su madre después de mucho tiempo y es posible que se haya sorprendido bastante. Isabel ha reaparecido vestida completamente de negro, lo que demuestra que no está atravesando un buen momento. No ha hablado con ningún periodista en el aeropuerto y en Socialité aseguran que “se siente angustiada”.

Rivera podría estar preocupado, pues estará mucho tiempo sin saber nada de la cantante, quien no pretende dar declaraciones. Ha hecho este viaje para ganar dinero, pero su intención es limitarse a deleitar a sus seguidores. Cuando le han preguntado por sus hijos ha agachado la cabeza y solamente ha hablado para despedirse de los reporteros dándoles las gracias.