Rocío Carrasco ha vuelto a protagonizar un momento de los que harán historia en televisión. El programa Montealto marcado un nuevo hito televisivo con las respuestas de la hija de Rocío Jurado al distanciamiento insalvable que vive con su familia.
El especial de Montealto en el que Rocío, vestida con un mono amarillo, tuvo palabras para sus tíos, su hija y para quien se le pusiera por delante, registró un 19,1% de share.
Hacía tiempo que Telecinco no le pisaba los talones a Tu cara me suena, que se quedó en un 20%. En Mediaset ven que Rociíto y su culebrón llevado al límite todavía dan sus frutos, lejos de agotarse.
Uno de los momentos clave de Montealto lo protagonizó el tío de Rocío Carrasco, José Antonio Rodríguez. El 'tito' José Antonio es el marido de Gloria, la hermana de Rocío Jurado. Siempre se ha erigido como portavoz de la familia y nunca había aclarado si apoyaba o no a Rocio Carrasco, en su lucha con Antonio David.
Pues bien, José Antonio decidió llamar en directo para aclarar algunas de las cosas que había dicho Rociíto. La expectación era máxima, ya que era el primer miembro de la familia que le plantaba cara a Rocío, en directo y de tú a tú.
La intervención de José Antonio fue bastante decepcionante. Su gran argumento quedó desmontado documentalmente a los cinco minutos.
Él negaba haber dicho lo que la sentencia de nulidad de la boda de Rocío y Antonio David recoge por escrito. A partir de aquí demostró falta total de empatía con su sobrina, con el drama familiar y con los graves problemas que ha tenido Rociíto.
"Es un despropósito la llamada, tito". Así resumió acertadamente Rocío Carrasco la llamada de su tío. "Con todos mis respetos, José Antonio, no hay nada peor que la ignorancia".
Incluso José Ortega Cano, cuñado de José Antonio, calificó de "desacertada" la llamada afirmando además que José Antonio "no es portavoz de nadie"
A pesar de que esta llamada reforzó muchísimo a Rocío Carrasco, hubo un detalle que denotó claramente que la templanza y serenidad de Rocío no es tal.
De acuerdo que la llamada de José Antonio podía indignarla por lo inoportuno de su contenido, pero las formas y el tono que utilizó Rocío Carrasco fueron también poco acertados
Rocío Carrasco: "¡Que me escucheees, c*ño!"
José Antonio empezó asegurando que él no había dicho mentiras en el Tribunal de la Rota, al que acudieron para que la Iglesia declarara nulo el enlace entre Rocío Carrasco y Antonio David.
Ahí Rocío ya se calentó y la templanza y seriedad que había mantenido durante todo el programa desaparecieron por unos minutos. Se le tensó la cara, los gestos empezaron a ser más agresivos e incluso el acento le cambió.
"Espera, espera, espera un momento!", gesticulaba con la mano. "Escucha, escuchaaa, escucha, chiquillo, qué retahíla!" José Antonio iba a lo suyo, reiterando el mensaje, hasta que Rocío ya no pudo más y, entonces sí, sacó su lado más poligonero, a grito pelado.
"Que me escuches! ¡Que me escucheeeees co*o!. Y siguieron discutiendo, ella visiblemente alterada, señalando con el dedo y con cara desafiante. "¿Tú no te has visto el documental, no? ¡Pues míratelo otra vez!".
Rocío Flores sigue el camino de su madre
Precisamente el mal carácter y la chulería es algo de lo que se acusa a Rocío Flores, la hija de Rocío Carrasco, cuando las cámaras no están grabando. Ya son muchas las voces que aseguran que la imagen comedida y prudente de Ro Flores en el Programa de Ana Rosa no es la que muestra después.
La hija de Antonio David también hace gala de cierta agresividad verbal y de no tener demasiados filtros si la atacan. Lo que ante las cámaras, la estrategia hasta ahora puede haber sido mostrar su lado más vulnerable.
La guerra entre madre e hija se ha recrudecido bastante durante estos últimos días y Rocío Flores también ha subido el tono en sus intervenciones. Supuestamente, su manager sería quien le habría recomendado atacar con más dureza a Rociíto para ganar así terreno televisivo.
Sea como sea, cuando los límites se sobrepasan, las formas y la educación se acaban perdiendo con más facilidad. A las pruebas nos remitimos.