Paola Olmedo se encuentra de luna de miel junto a su estrenado marido, José María Almoguera. Ambos han protagonizado la boda del año, de la que se ha hablado durante meses en Sálvame y en otros programas de Telecinco.
Carmen Borrego, la flamante madre del novio, ha sido la verdadera protagonista de este enlace. Paola y Jose María no eran hasta ahora personajes conocidos y su enlace no hubiese generado mayor interés de no ser por Carmen.
Ya desde principios de año, cuando se filtró, que se estaba negociando una exclusiva para la boda, la hija de María Teresa Campos ha estado en el ojo del huracán. Básicamente porque se le ha atribuido a ella la responsabilidad sobre esas negociaciones con Lecturas para cerrar el reportaje.
Además, familiares de algunos invitados han querido dar información confidencial sobre el enlace durante los días previos a la fiesta. También se ha especulado mucho con las ausencias de grandes amigas de Borrego como Rociíto o Belén Rodríguez. Y por si fuera poco, el estilismo que lució Carmen ha sido criticadísimo en el programa en el que trabaja.
Hasta la consuegra de Carmen ha salido en contra de ella asegurando que no sabía nada de la exclusiva y que ella no quería salir en las fotos.
Toda esta situación ha provocado un estrés terrible a la madre de José María Almoguera. Carmen se ha desmoronado en varias ocasiones en directo. Lágrimas, amagos reiterados de abandono del programa, humillaciones tales como que su excuñado, Pipi Estrada, luciera el vestido de boda de Carmen a modo de burla...
Al final, Carmen Borrego, no ha podido más y se ha ido.
Carmen Borrego se toma un descanso ante tanta presión
Una vez celebrada la boda que ha supuesto tanta felicidad como preocupaciones para Carmen, Borrego ha decidido marcharse unos días. Ha cogido sus bártulos y, junto a su marido, se ha escapado a Canarias, donde pasó algunos días.
Carmen ha querido relajarse después de tanto ajetreo y qué mejor que el buen clima y las playas canarias para lograrlo. Como que la colaboradora de Telecinco no da puntada sin hilo, hoy la revista Semana publica las fotos de la escapada. Otra exclusiva por la que Carmen debe haber recibido otro buen dinero.
Durante su estancia en las islas, ha aprovechado para realizarse algunos tratamientos de belleza y sus días transcurren entre el hotel de cinco estrellas y la playa. También sacó tiempo para pasear y recuperar la calma perdida durante estas últimas semanas.
En Sálvame ya le han preparado su próxima polémica y han adelantado que les ha llegado información de un problema que hubo en el restaurante.
Supuestamente, a Carmen no le gustaron los macarrones que le pusieron y así se lo transmitió al camarero. "Picaban mucho y tengo problemas de estómago" ha reconocido ella.
Por lo visto, consiguió que le cambiaran el menú y encima no le cobraron la comida. Ella lo ha desmentido rotundamente: "yo ya tenía los gastos pagados y no me trajeron nada más, que hartura, estoy quemada".
Poco le dura a Borrego la tranquilidad. En Sálvame hay una afición últimamente: meterse con Borrego durante casi todo el programa. Ella aguanta estoicamente, entre idas y venidas del plató a los pasillos.
Es el precio que tiene que pagar para mantener su silla en el espacio televisivo de las tardes.
La polémica familiar con las Campos
Por si todo esto fuera poco, se ha reavivado el conflicto familiar entre Carmen Borrego y su sobrina Alejandra. La hija de Terelu opina sin filtros de su tía, de su sobrino y de lo que le ha parecido mal (o mejorable) del enlace y de su gestión.
Los desencuentros entre tía y sobrina reavivan lo que da vida televisiva a las Campos: la pelea familiar y el cruce de rencillas, los mensajes con doble sentido y las pullas de unas a otras. Que el show no pare.