Javier Sardá fue el presentador mejor pagado de la pequeña pantalla, pero de un momento a otro desapareció sin dejar rastro. Ha hecho historia, así que muchos espectadores se siguen acordando de él y exigen que regrese a primera línea cuanto antes. El problema es que ciertos tertulianos están dañando la imagen del comunicador, por ejemplo Kiko Hernández.
Javier Sardá era la cabeza pensante de Crónicas Marcianas, un programa que catapultó a la fama a una infinidad de rostros conocidos. La queridísima Mila Ximénez trabajó en el citado espacio y aseguró que recibía una cantidad de dinero indecente por cada intervención. Pero no era un empleo fácil, pues el equipo estaba sometido a mucha presión y supuestamente recibía órdenes bastante duras.

Javier está en boca de todos desde que Kiko Hernández ha puesto su nombre encima de la mesa durante una entrevista bastante polémica. El colaborador asegura que su antiguo jefe no es buena gente y promete que jamás volvería a trabajar con él. Es evidente que entre ellos ocurrió algo, aunque ninguna de las dos partes está dispuesta a sacar este misterioso suceso a la luz.
Javier actualmente ha desaparecido del mundo del espectáculo, pero sigue estrechamente vinculado a los medios de comunicación. Según informa el portal digital El Nacional, el presentador “forma parte de la nómina” de El Periódico, un espacio muy conocido de origen catalán. Lleva mucho tiempo sin ser protagonista de un programa importante, aunque es posible que no necesite la ayuda de la televisión.
Javier Sardá, avergonzado: “Zafio, cruel y ruin”
Javier ha sido uno de los hombres más poderosos de la pequeña pantalla, pero su reinado está completamente destruido. Kiko Hernández, según ha contado él mismo en la revista Diez Minutos, vivió un auténtico infierno a su lado. Lo más grave es que no es el único que ha asegurado algo parecido, su amiga fallecida Mila Ximénez tenía la misma opinión.
Sardá jamás hubiera pensado que sus colaboradores sacaran a la luz datos tan íntimos, así que es posible que esté avergonzado y escondido. “Para mí Crónicas Marcianas era la única manera de salir de la vida que tenía porque pagaban medio millón al día. Pero ahora si pudiera borrar de mí vida cualquier rastro en Crónicas, pagaría lo que fuera”, desveló Mila en el programa Viajando con Chester.
Kiko ha sido bastante claro, pero su compañera Mila fue bastante más tajante y aseguró que ser colaboradora de Crónicas fue horrible. “Fue la colaboración más humillante de mi vida, éramos cerdos en un corral y todo insultar, a ver quién era más zafio, cruel y ruin. Cuando me llamaron para trabajar en Sálvame dije que no porque no podía volver a esto, me ha quedado una herida profunda”, contó Ximénez.
Javier Sardá ha hecho una gran fortuna
Javier era muy generoso con sus colaboradores, pero él también se quedaba con una gran parte del pastel. Fuentes cercanas aseguran que supo invertir su sueldo y que actualmente disfruta de una economía bastante saneada. Se ha retirado de la primera línea mediática, pero su legado televisivo todavía sigue dando mucho de qué hablar.
Sardá se ha quedado sorprendido cuando se ha enterado de que Kiko Hernández estaba hablando mal de él. El tertuliano asegura que el presentador le obligaba a hacer una serie de cosas con las que no se sentía cómodo. No ha podido olvidar la supuesta pesadilla que vivió, pero nadie olvida que este infierno también le generó mucho dinero.
Hernández asegura que “jamás volvería a trabajar” con el líder de Crónicas Marcianas, pero el público ha puesto en duda esta afirmación. Hay mucha gente que piensa que si recibiera una oferta suculenta sería capaz de olvidar sus presuntos traumas.