Belén Esteban está viviendo unos días tristemente intensos y no precisamente por la actividad que conllevan. La colaboradora de Sálvame se rompió la tibia y el peroné en directo, en el plató, hace unas semanas.
Lo que empezó como una broma, acabó siendo mucho más serio de lo que parecía y Belén ha tenido que ser operada por la gravedad de la lesión. Ahora está en su casa viviendo una dolorosa recuperación que se va a alargar durante varios meses.
Con el ánimo por los suelos, Belén Esteban intenta sacar fuerzas de donde sea. Está algo más tranquila que hace unos días, pero los momentos de ansiedad y tristeza se le acumulan. Por suerte, su marido, Miguel, está con ella en todo momento y, una vez más, demuestra que es el mejor hombre que Belén podía encontrar en su vida.
Estos días de inactividad, reposo y mucho tiempo para pensar, Belén está reflexionando sobre su presente y su futuro, pero también sobre su pasado. Seguro que le viene a la cabeza una decisión que en su momento tuvo que tomar debido a las circunstancias.
Tremendamente expuesta para algunos aspectos de su vida, Belén es totalmente hermética para otras cuestiones. Su relación con la persona que la ayudó a salir del embrollo en el que estaba tras su amistad con Toño Sanchís, nunca ha tenido demasiado protagonismo en televisión. Sin embargo, Belén tomó una decisión tras ver lo que cambiaria su vida - y la de media España - para siempre
Belén Esteban recibe la ayuda decisiva en su conflicto judicial
Cuando Belén Esteban se enteró de que su exmanager y amigo - su "hermano" en palabras de ella misma - le había estafado dinero, su mundo se vino abajo. En su batalla contra Toño, que finalmente ganó en los juzgados, Belén tuvo un aliado indispensable. Se trata de Agustín Etienne, exsocio de Toño en la agencia de representación y amigo personal de la de Paracuellos.
Tras romper con Toño, Etienne se convirtió en el representante de Belén. También representaba ya por aquel entonces a Rocío Flores y a Antonio David, su padre. Agustín, discreto y buen negociante de los contratos más cuantiosos, tiene una agenda de contactos envidiable y domina como nadie el panorama mediático.
La relación entre ambos iba viento en popa, tanto en lo personal, como en lo profesional. Incluso Etienne fue decisivo para que Belén Esteban lograra la victoria contra Toño en los juzgados.
Sin embargo, a principios de 2021, un debate, intenso como pocos, polarizaría los platós de Telecinco como nunca antes había pasado. La emisión del documental de Rociíto obligó a Belén Esteban a mover una ficha que nunca hubiese pensado tocar.
La ruptura en la vida de Belén Esteban que no se pudo evitar
Belén Esteban siempre se había mantenido como una firme defensora de Antonio David y de Rocío Flores en sus polémicas con Rociíto. Incluso alardeaba de ser buena amiga de Antonio David y de Olga Moreno y de dar buenos consejos a Ro, para que triunfara en televisión.
Ver como Rociíto contaba veinte tristes y duros años de su vida en televisión hizo que Belén empezara a dudar de su postura. Belén empezó a empatizar con la hija de Rocío Jurado hasta tal punto que llegó un momento en el que tuvo que demostrar que las cosas habían cambiado.
No podía compartir representante (y amistad) con el mismo hombre que estaba gestionando todo el huracán mediático de la familia Flores-Moreno. El clima en La Fábrica de la Tele, sin fisuras al lado de Rociíto, tampoco ayudaba demasiado.
Fue entonces cuando Belén decidió romper con Agustín Etienne y empezar a gestionarse ella misma su imagen pública y sus contratos. Belén incluso pidió disculpas públicamente por haber apoyado durante tanto tiempo al bando contrario a Rociíto.