Pepe Rodríguez serio

Pepe Rodríguez confirma que el divorcio ha sido de mutuo acuerdo

Pepe Rodríguez empieza una nueva etapa en su casa tras los últimos acontecimientos familiares

Pepe Rodríguez es uno de los personajes televisivos que mejor ha sabido ganarse el cariño de la audiencia durante estos últimos años. Sencillo, directo, apasionado y buena gente, es el alma de MasterChef, el programa de cocina de más éxito de la televisión.

Pepe es el miembro más carismático del jurado del que forman parte también Jordi Cruz y Samanta Vallejo-Nágera. Rodríguez es el más exigente y técnico de los tres, y los concursantes saben que un consejo suyo vale su peso en oro.

El programa de la 1 ha servido para que toda España conozca la pasión que Pepe ha cultivado toda su vida. Se trata, lógicamente, del amor por la buena cocina que, además, le viene por tradición familiar. 

Los miembros del jurado del programa 'Masterchef': Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera, posan tras ser ganadores de uno de los premios Ondas
Pepe Rodríguez, en el centro, estrella de Masterchef junto a Jordi Cruz y a Samantha Vallejo-Nágera | Europa press

Pepe, junto a su padre y su hermano regenta El Bohío, el restaurante ubicado en Illescas del que él es el chef. Pepe está casado con su pareja de toda la vida, Mariví, y es padre de tres hijos.

Ahora acaba de saltar la noticia de un divorcio en el seno de la familia de Pepe, que puede cambiarlo todo.

El 'divorcio' de Pepe Rodríguez

Pepe Rodríguez lleva toda la vida trabajando en El Bohío. El restaurante fue fundado en 1934 por su abuela y su tía abuela y desde entonces, la familia lo ha seguido regentando. El hermano de Pepe, Diego, ha trabajado también como jefe de sala. 

Ambos hermanos han formado el tándem perfecto durante todos estos años, con una estrella Michelín de por medio. Hace un tiempo, Diego decidió separarse de su hermano y alejarse del negocio familiar. Un 'divorcio' en toda regla, al cual el entorno de Pepe resta importancia. 

"No ha habido ni malos rollos ni nada, simplemente un cambio de aires. Pepe puede dedicarse a la cocina y a sus otras actividades y Diego quería mantenerse con cierta distancia". Un cambio de aires, que a veces es necesario.

Pepe Rodríguez entre cazuelas
Pepe Rodríguez entre las cazuelas de su restaurante | El Bohío

Diego Rey (su segundo apellido) se dedica en cuerpo y alma a su negocio, Rent a Catering. Es una empresa que proporciona mobiliario y utensilios a los restaurantes, entre ellos, El Bohío. 

Al parecer, con la entrada de Pepe en Masterchef, el peso y la responsabilidad del restaurante recayó en Diego, algo que le agobió bastante. Finalmente, ha optado por darse un respiro y centrarse en su otra empresa a tiempo completo.

Fuentes cercanas a la familia aseguran que nada ha cambiado entre ellos y que la relación sigue siendo igual de cordial.

Pepe, por su lado, sigue como jefe de cocina en el restaurante familiar, compaginándolo con la televisión. Disfruta en el restaurante que le ha visto crecer gastronómicamente por lo que intenta estar cada día, aunque sea un rato, en su puesto en la cocina. 

Muchas veces, los compromisos televisivos o publicitarios le quitan más tiempo en el restaurante del que querría, pero sigue estando al pie del cañón. De hecho, ha explicado que gracias a su presencia televisiva, ha podido hacer frente a la crisis brutal que padecía su restaurante.

La burbuja inmobiliaria de la zona de Toledo, sumada a la crisis por el coronavirus, tocaron de lleno El Bohío, que estaba en una situación delicada. El trabajo de Pepe en Masterchef reportó unos ingresos extra a la familia y permitieron salvar y reimpulsar el restaurante en el que nació todo. 

Pepe Rodríguez, futbolista y estrella del rock

Pepe Rodríguez está muy orgulloso de que la vida y Dios (es una persona profundamente creyente) le hayan llevado a seguir en el negocio familiar. 

Tal como ha explicado en una entrevista en el canal de YouTube de Infinito más Uno, de joven quería ser estrella del rock, jugador de baloncesto o futbolista.

"Ni tenía altura suficiente, ni tampoco la pegaba bien con el pie. Me tuve que meter en un oficio familiar, en una cocina... ¡Qué suerte tuve! No estaba en mi imaginación poder acabar ahí".