Logo whatsapp
Karmele Marchante

Karmele Marchante preocupa a su familia tras desvelarse lo de su exmarido

Karmele Marchante tomo una determinación sin vuelta atrás que ha cambiado su vida

Karmele Marchante es de esos personajes televisivos que nadie olvida a pesar de que hace mucho tiempo que no aparece por la pequeña pantalla. Su figura ha cobrado algo de protagonismo recientemente tras el fallecimiento de Jesús Mariñas.

Karmele y él formaban parte de Tómbola, mítico programa del corazón que sentó las bases de la televisión rosa que hoy conocemos. Fue mítica la frase que Mariñas dedicaba a Karmele Marchante y que ha quedado como un simpático meme sonoro: "¡que te calles, Karmele!".

Eran otros tiempos a los que la periodista catalana no desea volver. Karmele acabó su andadura televisiva como periodista del corazón tras siete años en Sálvame. Dejó el programa asqueada y renegando del formato con fuerza.

"Dije adiós para no volver nunca más a un formato como ese. Fue un error mío entrar ahí. Un programa que me ha machacado y del que no quiero ni hablar".

Según Karmele, en declaraciones a Jaleos. "Es una cadena que lo hace todo por la audiencia y le da lo mismo ser machistas o acosadores... Lo he sufrido trabajando allí y lo he denunciado".

Así pues, la excolaboradora de Sálvame tuvo que renunciar a un cuantioso sueldo y empezar a vivir de forma más modesta, pero con más libertad. Del mismo modo, tuvo que cambiar de casa a causa de un problema que ahora se ha desvelado con su exmarido, Diego Soto.

Karmele Marchante pierde su casa

Karmele vive actualmente en un modesto piso de 40 m2 en el centro de Madrid. No necesita más en esta etapa de su vida. Situado en el Ensanche de Vallecas, vive allí desde hace varios años con su gata Poppy tras verse obligada a vender su casa del centro de la capital.

Marchante no quería vender este inmueble, pero se vio obligada a ello a causa de las malas inversiones de su exmarido, según confirma El Español. En su día, Karmele y Soto vivieron una época de discusiones televisadas en Sálvame. Él la acusaba a ella de montajista y de haber organizado una falsa boda "para hacer unos Deluxe, que me dan más dinero y cosas de esas".

Karmele Marchante
Karmele ha cambiado su estilo de vida, pero sigue reivindicando sus causas sociales | GTRES

Por su parte, Karmele se sometió a un polígrafo y lo tachó de mentiroso. Es de la época de la que ahora reniega.

Karmele pone a la venta sus cosas más personales

Karmele tiene actualmente 76 años. Está dedicada a su faceta como escritora y vinculada a causas feministas, que toda su vida ha defendido. Ahora ha anunciado que tiene previsto organizar un mercado de segunda mano con su extenso y lujoso armario.

Venderá ropa "usada, pero en perfecto estado" de las mejores marcas, bolsos, zapatos y material personal que ya no usa y que no le cabe en su domicilio.

La intención de Marchante es dar una segunda vida a todo este material y conseguir unos ingresos extra. Todavía no sabe ni donde ni qué día exactamente se realizará la venta. Quiere que sea en su barrio, para que sean sus vecinos los que puedan aprovechar la ocasión.

Según ha explicado Karmele, "todo será a precio de ganga y hay auténticas joyas". Tantos años en televisión y codeándose con gente rica y famosa le ha dado a Marchante la oportunidad de acumular auténticos tesoros de los que ahora tiene que desprenderse.

El pasado de Karmele Marchante, más allá de famoseo

Karmele Marchante pasará a la historia por su perfil más televisivo y por formar parte de la generación que dio inicio a los programas de corazón. Pepe Calabuig, Josep Sandoval, Jesús Mariñas, Lydia Lozano o ella son las viejas glorias de una profesión y de un modo de hacer televisión que se va perdiendo con el paso de los años.

Sin embargo, antes que eso, Karmele trabajo en medios generalistas, prensa escrita, radio e incluso hizo de reportera en Islandia durante una temporada. También pasó por Informe Semanal, entrevistando entre otros a Adolfo Suárez o a Josep Tarradellas.

Además tiene tres libros publicados, el último de 2018. Ahora sigue escribiendo y no echa de menos la televisión. Económicamente, tiene para vivir y si necesita algún extra, pues pone en marcha iniciativas como este mercadillo vecinal.