Jessica Bueno puso fin a su relación con Kiko con una separación que dio mucho de qué hablar. Fruto de ese romance que comenzó en Supervivientes nació su primer hijo en común y las cosas se complicaron.
Aunque ambos trataron de llevar la separación en buenos términos, finalmente, todo acabó saltando por los aires. La confirmación de la noticia llegaba a través de Twitter y comenzó una guerra entre la expareja. Jessica reclamaba una cantidad de dinero que Kiko no estaba dispuesto a aceptar, y fue ahí cuando comenzaron los problemas.
Jessica Bueno y el dinero que le pidió al DJ tras separarse
Jessica Bueno concedía su primera exclusiva pocos días después de que el hijo de la tonadillera anunciara en las redes la ruptura. En su entrevista, la modelo se mostró cauta y no entró a valorar los motivos de la separación.
Siempre mantuvo que se enamoró del DJ y que le hizo muy feliz haberse convertido en madre junto a él. Respecto a la ruptura, ambos afirmaron que fue “de mutuo acuerdo" y que lo iban a llevar de una manera cordial. Sobre todo, por el bien del niño que tenían en común.

Fue en su hijo en lo primero que pensó la sevillana cuando se acabó su historia de amor con Kiko. En el primer acuerdo, se estableció que el hijo de Isabel Pantoja pagaría a Jessica 1.800 euros al mes. Aunque él se mostró conforme, en el momento de la firma se echó para atrás y decidió no firmar.
Ante esta situación, la ex Miss recapacitó y aumentó de manera considerable la cantidad mensual que pidió en un primer momento. Bueno demandaba una pensión para su hijo y otra compensatoria para ella, que oscilaba entre los 2.900 y los 3.000 euros. Por su parte, Kiko solo accedía a pagar 1.600 euros al mes.
Nunca se llegó a saber el acuerdo definitivo al que llegaron, pero la sevillana negó en su día estas discrepancias con su ex. Afirmó que ella nunca pidió más de 2.500 para la manutención de su hijo.
Jessica Bueno se quedó con la custodia de su hijo
Fue Jessica la que consiguió que el pequeño Francisco quedase a su cuidado. En el acuerdo, el hijo de la tonadillera solo podía ver al niño entre cuatro y cinco horas los fines de semana. Además de dejar bien claro que no pasaría la noche fuera de casa.
Los problemas llegarían cuando Bueno se casó con el futbolista Jota Peleteiro. Debido a su carrera profesional, la sevillana se trasladó a Eibar y más tarde a Londres con el pequeño Fran. Lo que hizo que Kiko se planteara pedir la custodia compartida y las cosas con el clan Pantoja se complicaron.
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Finalmente, no fue así, pues la pareja pareció llegar a un acuerdo. A día de hoy, el DJ presume de tener una excelente relación con su hijo mayor, al que cada vez ve con más asiduidad. También la relación con Jessica es cordial y juntos decidieron celebrar la Primera Comunión de Francisco.
Aunque lo que más le ha pesado siempre al cantante es no haber podido estar tanto tiempo como deseaba con Fran.

Además, Irene Rosales, la actual mujer de Kiko, también se lleva a las mil maravillas tanto con el niño como con Jessica. Fran es el hermano mayor de sus hijas Ana y Carlota y siempre lo ha tratado con cariño y como un miembro más de su familia.
Algo que la modelo agradece sabiendo que su hijo está en muy buenas manos. Ahora que la sevillana ha roto su matrimonio con Peleteiro, puede que la distancia que separa a padre e hijo se reduzca de manera considerable.