Enrique Ponce prepara un año 2022 que puede cambiar su vida. Tras años bastante convulsos, en los que al mundo que había conocido se le daba la vuelta como un calcetín, Ponce renace.
A escala emocional, su relación con la joven estudiante Ana Soria ha pasado de pantalla. Los primeros meses fueron de una vorágine mediática y social que pocos cuerpos aguantan.
Cuando se supo de la relación de ambos y de la separación de Ponce y Paloma Cuevas, toda la atención se fijó en ellos tres. Principalmente en Ana y Enrique, que además se dejaban ver sin filtros como dos tortolitos demostrando su amor en redes y también en la vida real.
Los cambios drásticos en la vida de Enrique Ponce
Aquello molestó bastante a Paloma y a la familia política del torero. Después de tantos años siendo una de las parejas más sólidas y envidiadas del panorama nacional, el matrimonio saltaba por los aires. Ponce tenía una amante veinte años más joven.
Tras el escándalo, que sobrepasó a sus propios protagonistas, las aguas volvieron a su cauce. Los primeros meses entre Enrique Ponce y Paloma Cuevas fueron tensos e incluso desagradables.
El hecho de tener dos hijas aún pequeñas (13 y 10 años) complicaba las cosas por las implicaciones familiares que tenía tanta sobreexposicion del torero.
Enrique y Ana cerraron sus redes sociales, cambiaron de casa y empezaron a hacer de la discreción su bandera. Paloma Cuevas no se movió de donde siempre ha estado: en la portada de ¡Hola! cuando ha tenido algo elegante que contar y alejada de la polémica.
Tras estos meses de calma tensa, lo cierto es que la situación ya ha dejado de ser tan incómoda como antes. Incluso ha habido celebraciones familiares en las que Ponce ha participado en un clima de cordialidad con su familia política.
Tanto es así que el valenciano incluso ha consultado con Paloma la decisión más importante que ha tomado para encarrilar su futuro.
Enrique Ponce recibe la aprobación de Paloma Cuevas
El torero lleva ya tiempo pensando en su retiro que, como todo el mundo, desea que sea dorado. Esto pasa por sacar más partido a las propiedades que tiene y por coger por los cuernos su última etapa profesional.
Sobre esto habría hablado seriamente con Paloma. Ella nunca ha sido demasiado partidaria de que el padre de sus hijas se ponga delante del toro pero aún menos con el paso de los años.
Ahora Enrique está preparando su gira de despedida. Un tour por plazas emblemáticas de España y México para despedirse por la puerta grande de la profesión.
Ante las dudas que tenía Enrique (y Ana), Paloma si le ha animado a hacerlo y acabar su vida laboral como el gran torero que es.
Enrique Ponce y sus otros negocios
Por otro lado, Enrique ya tiene en marcha la explotación comercial de La Cetrina. Es su finca de Jaén, en la que vivió sus años dorados con Paloma Cuevas y donde se han celebrado importantes eventos familiares.
Es de aquellas fincas que cuesta mucho dinero mantener. Ahora mismo, que Ponce vive en Almería de alquiler con su novia, La Cetrina es su gran quebradero de cabeza. Para remediarlo, ya la ha puesto en circulación comercial.
Por la nada despreciable cifra de 5.000 euros diarios, se puede alquilar para eventos de todo tipo. Cuenta con amplios jardines, estancias para eventos, alojamiento y hasta con una capilla.
La Cetrina también está en venta pero esto ya es harina de otro costal. El dineral que pide Ponce por ella no está en todos los bolsillos. Vender La Cetrina sería uno de sus grandes desahogos.
Con lo que ingresará por las corridas que empezará este 2022 y con lo que vaya ganando con sus nuevas aventuras comerciales, puede tener suficiente para esta nueva etapa de su vida.