David Flores Carrasco tiene la desgracia de no poder ver a Rociíto todo lo que quisiera. La guerra familiar entre sus padres sigue abierta y las consecuencias las pagan David y Rocío. Viven alejados de ella y con su padre a medio camino entre Olga Moreno y Marta Riesco.
Rociíto sigue su periplo televisivo dispuesta a contar la verdad de todos los secretos familiares que ha callado durante tantos años. Tras el documental que revolucionó la televisión en 2021, este 2022 promete seguir dando material de alto voltaje sobre el clan Jurado.
Eso será si un juez no lo impide, claro. Los "diarios secretos" de Rocío Jurado tenían que haber ya visto la luz en forma de programa televisivo. Sin embargo, Gloria Camila Ortega ha denunciado dicha emisión y está todo pendiente de sentencia judicial.
Mientras tanto, Rocío no se rinde y ha abierto otro frente, el de las cajas de recuerdos de la casa de Rocío Jurado
Montealto, un invento de Telecinco que el público ya ha sentenciado
Y aquí nace Montealto, el programa que se ha estrenado esta semana en Telecinco y que recorre una a una las estancias de la casa en la que vivió y murió Rocío Jurado.
No literalmente, claro. Para la ocasión se han recreado cada una de las habitaciones de Villa Jurado con todo el material que estaba guardado durante quince años.
Todo ello ante la presencia de Rocío, llorando emocionada al volver a "entrar" en la que fue su casa.
David Flores y el resto de familia vieron con atención la primera entrega del programa que proseguirá durante los próximos días. A pesar de que ha sido uno de los estrenos destacados de este invierno en Telecinco, Rociíto se ha llevado el chasco de su vida.
Decepción por el seguimiento de Montealto
El público no respondió al estreno de Montealto como estaba previsto. Algo se olían ya en Telecinco pues lo que en otros tiempos hubiese sido un especial de cuatro horas a todo lujo, fue un espacio de menos de una hora de duración.
El principal reclamo de la noche fue el nuevo peinado de Rocío, que ha optado por cortarse la melena rizada que ha lucido tantos años. Para cambiar, ha optado por copiar el estilo de Sonsoles Ónega, una de las tendencias de la temporada en peluquería.
Entre los colaboradores en plató, los de siempre: Carlota Corredera, Belén Esteban y una única sorpresa: el director de Vanitatis, Nacho Gay.
Cuatro fotos, tres recuerdos, dos vídeos y un minutito de lágrimas de emoción y tema finiquitado. Como anécdota, las notas escolares de Rociíto. Sin comentarios.
La audiencia no acompañó para nada y logró un discretísimo 12,2% de cuota de pantalla. El Hormiguero, casi un 17%. Fracaso total.
Ahora van a ir abriendo puertas de Montealto en algunos programas más. O le dan un revulsivo al espacio y se sacan de la chistera algún bombazo, o lo único que puede hacer esto es languidecer y restar fuerza a la segunda parte del documental. Si es que la acaban emitiendo claro.
Los recuerdos de Montealto solo interesan si aportan polémica, discusiones y hacen evolucionar el culebrón.
Recordar por recordar está muy bien pero para los protagonistas de la historia, que son los tres o cuatro de siempre.
Al resto de público tampoco le interesa demasiado saber si la radio-cassette de Rocío era rosa o como es su foto de la Confirmación.
Los datos hablan por si solos.
En el nombre de Rocío puede quedar en un cajón
La segunda parte del documental protagonizado por la hija de La Más Grande podría no ver la luz, si un juez así lo decide.
Por lo menos, los papeles y escritos de Rocío Jurado que darían fuerza a la teoría de su hija sobre el distanciamiento familiar.
Por el momento, supuestamente se está grabando el documental en Chipiona para tenerlo todo listo en breve. Otras fuentes aseguran que el proyecto sigue totalmente parado, a la espera de la decisión judicial.