En la primera entrega de Montealto: regreso a la casa, Rocío Carrasco se ha trasladado al pasado a través de una completa inmersión en la que fuera su habitación cuando era niña.
La hija de Rocío Jurado se ha emocionado enormemente al entrar en la estancia y observar que estaba todo tal y como lo recordaba. Cuadros, posters, álbumes de fotos y un sinfín de objetos que la esperaban como si los años no hubieran pasado.
"Era así. Todo esto estaba en cajas, pero verlo así todo colocado es muy fuerte", decía sorprendida tras unos segundos sin poder articular palabra.
Entre las pertenencias de Rocío, Jorge Javier Vázquez localizó sobre la mesa un documento que le llamó la atención y no dudó en compartir con los espectadores.
Concretamente, se trataba de un boletín de notas que es un buen reflejo de la complicada etapa estudiantil que vivió Carrasco en su adolescencia.
Rocío Carrasco revive en Telecinco el calvario de sus notas escolares
Tras repasar los posters y fotografías que tenía en su dormitorio, Rocío Carrasco ha revivido en directo la peor parte de su adolescencia.
"Atención. Tenemos el libro de escolaridad con las notas de Rocío", anunciaba Jorge Javier ante la incredulidad de su interlocutora. "Esto no vale. Pero hay necesidad de leer esto?", contestaba entre risas.

Lejos de aparcar el tema, los boletines de las notas se reprodujeron en la pantalla y el presentador no tuvo reparos en reprocharle los suspensos a la hija de Rocío Jurado.
"¡En sexto ya tuviste tu primer suspenso en educación física!", advertía antes de sorprenderse por la explicación que le daba la madre de Rocío Flores. "Era vagueta y no me gustaba. ¿Qué hago?", decía ella sin perder la sonrisa.
Tal y como revelaron en el programa, en séptimo curso Rocío suspendió tres asignaturas: lengua extranjera, matemáticas y área social. En octavo, ya el desastre académico fue estrepitoso: solo aprobó la asignatura de religión y tuvo que repetir curso.
Rocío Carrasco y su complicada etapa escolar durante la adolescencia
Ya matriculada en otro colegio, sus notas siguieron flaqueando debido a su desinterés por los estudios, aunque finalmente lograba aprobar todo durante las recuperaciones. Cuando su madre se ponía estricta no le quedaba más remedio que centrarse en los exámenes y sacarse las asignaturas para no perderse las vacaciones.

Rocío Jurado no dudaba en darle un ultimátum y amenazarla con no dejarla ir a Chipiona. Algo a lo que su hija no estaba dispuesta a renunciar.
"Mi madre lo pasaba mal cuando suspendía pero hasta cierto punto porque sabía que cuando me pusiera al día iba a aprobar", aseguraba la exmujer de Antonio David confirmando que sus malas notas eran fruto de su rebeldía y no de sus capacidades intelectuales.
Carrasco nunca ha ocultado que fue una mala estudiante y una joven rebelde que le dió algunos quebraderos de cabeza a sus padres. Pese a que ellos se empeñaron en ofrecerle la mejor formación, ella se negaba a estudiar y soñaba con ser modelo.

Como hija de una gran estrella de la música y un campeón mundial de boxeo, Rocío podía tener todo lo que quería a su alcance. Pero, sin embargo, creció con una ausencia muy marcada: la de su madre, que estaba constantemente de gira.
Posteriormente viviría la experiencia del divorcio de sus padres y su ingreso en un internado que quedaba a muy pocos metros de su casa. Todo ello mientras crecía bajo la presión mediática que rodeaba a sus progenitores.