Secret Story podría tener los días contados. A pesar de que es el reality por el que Telecinco ha apostado esta temporada, esta semana es decisiva para su continuidad.
Y la justicia tendrá mucho que ver en el futuro de Secret Story. Este martes tenía que haber empezado en el juzgado de lo Penal número 18 de Madrid uno de los juicios que la cadena presidida por Paolo Vasile más teme.
Se trata del que sentará en el banquillo a José María López, exconcursante de la última edición de Gran Hermano (llamada Revolution).
El joven se enfrenta a una demanda por abuso sexual contra Carlota Prado, otra de las concursantes de aquella edición.
Los hechos sucedieron la madrugada del 3 a 4 de noviembre de 2017. No es hasta ahora, más de 4 años después que el caso que Telecinco ha intentado ocultar por todos los medios llega ante la justicia.
La vista oral del juicio estaba señalada para este martes y el viernes día 11 proseguirá con la segunda parte de esta fase inicial del proceso.
Fiscalía ya ha fijado pena. Solicita una condena de dos años y seis meses de prisión para el acusado. También solicita el pago de una indemnización de 6.000 euros por daños morales a la víctima.
Fiscalía también fija el pago de esta cantidad a la productora del programa, Zeppelin TV. Los abogados de Carlota Prado van más allá y piden pena de siete años y indemnizaciones de 100.000 euros para el acusado y la productora.
La productora está presente en el juicio como responsable civil subsidiaria y responsable directa de lo sucedido. En caso de que el acusado de los hechos, no pudiera hacer frente a la condena, lo haría subsidiariamente la productora.
No obstante, todo estaba preparado para que el juicio empezara este mismo martes, pero los abogados de Carlota Prado han pedido una suspensión del mismo.
Aseguran que su clienta padece "problemas psiquiátricos de gravedad", por lo que el juicio ha sido suspendido y aplazado. De momento sin nueva fecha.
El caso Gran Hermano obliga a Telecinco a mover ficha
El caso de Carlota Prado se intentó tapar por todos los medios en Telecinco, hasta que salió a la luz pública en 2019.
Fue entonces cuando se decidió no volver a emitir ninguna edición más de Gran Hermano.
Los anunciantes empezaron a darse de baja de la cadena ante el escándalo y el que había sido el programa estrella de Mediaset durante casi 15 años se guardaba en un cajón.
A pesar de ello, el público de Telecinco es gran seguidor de los realities por lo que se intentó maquillar el formato con otros nombres.
GH Duo, La casa fuerte o la variante en parejas de La Isla de las Tentaciones han sido algunos de los programas que han querido llenar el vacío dejado por GH. Sin olvidarnos de Supervivientes, que ya tiene entidad propia, claro.
No obstante, el sustituto definitivo de Gran Hermano es Secret Story. En su segunda edición, se ha vuelto a contar con concursantes anónimos, lo que lo convierte directamente en Gran Hermano, pero con otro nombre.
Carlota Prado va a por todas contra Telecinco
Carlota Prado va a por todas y no ha querido llegar a ningún acuerdo previo con Telecinco. Ella misma se quejó de la falta de apoyo psicológico, ni de ningún tipo tras los hechos.
También explicó que una vez que se hizo público lo que pasó, dos años después, sí que contactaron con ella para ofrecerle un acuerdo económico a cambio de que retirara la demanda.
Ella se negó a hacerlo y ha seguido adelante hasta ahora, que el caso ya está sobre la mesa de la justicia. En Telecinco, este tema sigue siendo tabú y no se habla en ninguno de los espacios de la cadena.
Por su parte, Carlota, según han explicado sus abogados, "ya estuvo ingresada en diciembre por problemas similares y, hasta ayer, creía que se encontraba en condiciones de declarar".
Sin embargo, esta misma mañana, según los letrados, ha quedado constancia que se encuentra "plenamente imposibilitada" para hacerlo.
Ahora Carlota Prado tendrá que ser examinada en breve por el forense, que será quien determine si se encuentra o no en condiciones de participar en el juicio, pues su declaración es "fundamental".