La Infanta Sofía nació el 29 de abril de 2007 en Madrid, cuando sus padres todavía eran Príncipes de Asturias y Leonor tenía menos de dos años de vida.
Al igual que ella, la segunda hija de Letizia y Felipe llegó al mundo a través de una cesárea realizada en el Hospital Ruber Internacional de la capital madrileña.
El parto tuvo lugar a las 17 de la tarde y tres horas después, antes del anochecer, el actual monarca ofreció una entrevista para desvelar las incógnitas que quedaban. El peso, la altura y, especialmente, cómo se llamaría, fueron varios de los datos más importantes que se ofrecieron.
Por aquel entonces, un Felipe muy orgulloso confirmaba que su bebé recién nacida se parecía mucho a Leonor y revelaba que se llamaría Sofía en honor a la, por aquel entonces, reina.
"Nos hacía muchísima ilusión que la Reina tuviera una nieta con su nombre", explicaba el hijo de Juan Carlos hablando por parte de Letizia también.
Sin embargo, tal y como hemos descubierto a 'posteriori', la historia real parece ser bien distinta. Las informaciones apuntan a que la actual reina no tenía ninguna intención de utilizar Sofía para sus hijas.
Es más, Letizia se habría opuesto tajantemente a llamarle así a su primogénita, aunque finalmente no tuvo más remedio que ceder con su segunda hija por petición de su marido.
Por qué Letizia no quiso que Leonor se llamara Sofía
Si tanta ilusión tenían Felipe y Letizia porque la Reina Sofía tuviera una nieta con su nombre ¿por qué no llamaron así a su primogénita?.
Lo lógico es que al tratarse de la futura reina fuera ella quien también heredase la designación de la actual reina emérita. Eran los deseos de Felipe VI y también de Zarzuela, pero se vieron frustrados por la determinación de Letizia.
Según revelaba hace ya unos años el periodista experto en la Casa Real, Jaime Peñafiel, Letizia se negó tajantemente a ponerse la denominación de la madre de su marido a su primera hija.
Tenía entre ceja y ceja el nombre de Leonor y no estaba dispuesta a ceder pese a las pretensiones de su marido.
"Ahora se ha sabido que Leonor iba a llamarse Sofía, pero Letizia no quería saber nada de que su primogénita llevara el nombre de la reina emérita. Ya apuntaba malas maneras", señalaba el comunicador en LOC haciendo hincapié en la mala relación existente entre Doña Sofía y la reina Letizia.
Leonor sigue los pasos de su padre y Letizia está preocupada
La Infanta Sofía al final fue la sacrificada: se llevó el nombre repudiado
Ya desde un principio de su matrimonio con Felipe, la relación de Letizia con sus suegros fue distante y fría. Ella siempre ha sido consciente de que el reinado de su marido tenía que alejarse de los valores y principios que habían transmitido sus padres, Juan Carlos I y Sofía.
La asturiana siempre ha tenido como principal objetivo garantizar la supervivencia de la monarquía y el futuro reinado de su hija. Una misión para la que ha considerado fundamental apartarse de los Borbones, motivo por el cual no quiso que su primogénita rindiese tributo a la reina emérita.
No obstante, a Letizia no le quedó más remedio que ceder ante las pretensiones de su marido con la llegada de su segunda hija. A ella sí le tocó recibir el nombre de la emérita y, al final, fue la Infanta Sofía la sacrificada. Un gesto muy feo por parte de Letizia.