Carmen Borrego ha responsabilizado a Sálvame de haber fastidiado la relación que tenía con uno de los hombres de su vida. Hablamos de José María Almoguera, el hijo que tuvo con su primer marido que ahora no quiere saber nada de ella. Borrego está desesperada y piensa que en Telecinco no hacen más que lanzar misiles contra su familia, pero ella no lo va a consentir.
Carmen Borrego se ha dado cuenta de que su hijo ya ha conseguido lo que llevaba tanto tiempo buscando: que se plante ante Sálvame. Se ha marchado del programa bastante afectada y los directores no le han detenido porque están dolidos con sus comentarios. “Hasta que no me enterréis no vais a parar”, ha gritado antes de abandonar las instalaciones de Mediaset.
Carmen está cansada de escuchar siempre lo mismo y en estos momentos hay alguien que está sufriendo: su madre. Kiko Hernández asegura que Gustavo Guillermo, chófer y hombre de confianza de la presentadora, es el topo de las Campos. Borrego cree que el conductor nunca traicionaría a su familia y que todo es un invento del colaborador.
Carmen está muy dolida con sus compañeros, nadie sabe qué decisión va a tomar y su futuro televisivo es más incierto que nunca. De momento ha tomado la decisión que quería José María: empezar a desconfiar del programa y mantener las distancias. Se ha dado cuenta de que lo único que le interesa a sus responsables, como es lógico, es generar audiencia.
Borrego ha ofendido a los directores de Sálvame, así que cuando ha hecho el amago de abandonar Telecinco no le han detenido. Ha tirado su teléfono móvil al suelo, ha salido corriendo de una sala VIP y ha dejado a Jorge Javier Vázquez sin palabras. “Está cometiendo un error”, es lo único que ha dicho el presentador cuando ha visto al reacción de su tertuliana.
Carmen Borrego lo ha dado todo por perdido
Carmen asegura que tiene “mucho sentido del humor” y considera que participa en todos los juegos que le propone la dirección. El problema es que ahora quieren crear espectáculo con un tema bastante doloroso para ella: el bienestar de su madre. María Teresa Campos confía en pocas personas y Gustavo Guillermo es uno de los elegidos, por eso quiere ser tajante.
Borrego dudó en un primer momento del conductor y después se dio cuenta de que había sido un error porque él no la traicionaría. La malagueña por fin le ha dado el gusto a José María y se ha plantado ante sus responsables. Ha amenazado con desaparecer de la televisión para siempre “porque todo tiene un límite” y dice que el de ella ha llegado.
El hijo de Carmen ha conseguido lo que buscaba: que su madre se enfade y exija respeto, incluso que abandone Telecinco de forma temporal. Nadie sabe si la decisión es definitiva, pero de momento quiere mantener las distancias y no volverá a hablar de su familia.
Ha prometido que mantendrá a las Campos lejos de Telecinco porque cree que todas necesitan tomar distancia. Borrego ha regresado a Sálvame después de haber abandonado el programa, pero su actitud es distinta. Su hijo debería de estar orgulloso de ella porque por fin ha conseguido que su madre ponga límites.
Carmen Borrego está más dolida que nunca
Carmen está convencida de que Gustavo nunca ha grabado a su familia, pero Kiko Hernández asegura que lo puede demostrar. Dice que ha escuchado esas grabaciones y que sabe cosas solamente conoce el conductor, lo que probaría la traición.
Borrego ha dado un golpe en la mesa y se ha negado a escuchar las palabras de su compañero. Pensaba que eran amigos, pero se equivocaba: él solo quiere espectáculo. Ella no entrará en el juego, está vez quiere ser prudente.
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