Esther Doña saltó a la fama por su matrimonio con Carlos Falcó, que falleció en 2020. Sin embargo, ahora sigue siendo noticia en nuestro país por dos motivos. Por un lado, por su escandalosa ruptura con Santiago Pedraz y por otro, por la herencia que ha obtenido del que fue su marido.
En concreto, ha conseguido embolsarse una generosa cantidad de dinero que le permite seguir viviendo muy bien.
Esther Doña consigue ampliar sus arcas
Esther Doña dejó claro desde el primer momento que desde que su marido falleció iba a poner de su parte para que la herencia se repartiera sin problemas. Así estaba dispuesta a aceptar lo que el marqués de Griñón había dejado determinado en su testamento. Y una muestra de su predisposición fue que abandonó la que había sido la residencia conyugal, el palacio El Rincón.
De igual modo, expuso que aquel le había dejado “como usufructuaria de todos sus bienes. Estoy muy contenta con su decisión”.
Esta cordialidad propició que finalmente se repartiera el legado de Carlos sin conflictos entre su viuda y sus hijos. Hijos que “pactaron pagarle a Esther un porcentaje del tercio de mejora que le correspondía del usufructo vitalicio. Ha recibido la cuota viudal usufructuaria en contraprestación por renunciar a disfrutar de todas las propiedades”.
De ahí que ella consiguió una importante suma económica, aunque no ha llegado a desvelarse a la cantidad que asciende. Suma que le está permitiendo vivir al ritmo que llevaba con su esposo y que, como es de imaginar, no es el de cualquier ciudadano de a pie.
Esther Doña, cuestionada por su afán económico y de poder
La madrastra de Tamara Falcó de esta manera ha conseguido mantener su nivel de vida gracias al legado del marqués. Y esto, al parecer, la ha satisfecho muchísimo si tenemos en cuenta que se ha desvelado públicamente que el poder y el dinero le encantan. Tanto es así que se establece que esta 'pasión' la ha llevado a ver que su relación con Santiago Pedraz ha llegado a su fin.
Recordemos que Esther Doña anunció en el verano en una entrevista que iba a casarse con su prometido, el citado juez. Pero el escándalo saltó cuando él afirmó públicamente que había roto la relación y que no había vuelta atrás. Reconoció que ella había sobrepasado ciertas líneas rojas que no estaba dispuesto a tolerar.
Ella, por su parte, lo acusó de haberla dejado por un WhatsApp y afirmó no saber el porqué se había producido la separación. No obstante, Doña ahora ha quedado en entredicho con una exclusiva que ha dado la revista Lecturas. Exclusiva en la que una fuente del entorno de la ya expareja revela que la mujer ha sido la única culpable de todo.
Al parecer, la decisión de Santiago de poner punto y final a su relación llegó tras el 'espectáculo bochornoso' que ella montó en una fiesta. Según se relata, delante de todos los invitados le gritó: “Yo soy la marquesa de Griñón y tú un simple funcionario”. Una frase esta con la que intentó dejar de manifiesto que ella estaba por encima.
Pero esto no es todo. La misma fuente señala que la pareja se estaba viendo minada porque Esther quería que su prometido le diera otra vida. En efecto, que le permitiera disfrutar de todos los lujos y caprichos que le dio el que fue su marido.
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