Esperanza Aguirre ha sido una de las presidentas más queridas de la Comunidad de Madrid, a pesar de que muchos intentaron dinamitar su trayectoria.
Ya no forma parte activa de la política, pero sigue siendo una persona muy perseguida porque genera mucho interés. Está casada con Fernando Ramírez de Haro, heredero de un patrimonio que está teniendo problemas.
Esperanza Aguirre, según informa el portal JALEOS, ha perdido bastante dinero desde que falleció su suegra Beatriz. Era conocida como la marquesa de Casa Valdés, una personalidad muy respetada en Asturias, donde poseía un palacio que ahora está a la venta. La propiedad ha cambiado varias veces de precio, siempre a uno más bajo, porque nadie quiere compararla.
Esperanza lleva un tiempo retirada en un segundo plano, pero todos sus pasos se convierten en noticia porque sigue siendo bastante famosa. El dinero que está perdiendo después de la muerte de su suegra está en boca de todos porque nadie pensaba que la situación fuera así. El palacio de Pravia, una localidad asturiana, cada vez cuesta menos y nadie será capaz de recuperar el valor que ha perdido.
Esperanza disfrutaba de una relación especial con Beatriz, de hecho estuvieron viviendo juntas durante los últimos años de la marquesa. La suegra de la expolítica falleció en febrero de 2019, una noticia que conmocionó a la crónica social. Fernando Ramírez de Haro estuvo bastante afectado, a pesar de que su madre partió a los 92 años.
Aguirre disfruta de un gran talento en el mundo de la comunicación, por eso ha participado en varios programas. Tiene a sus espaldas un ejército de seguidores que cada vez tiene más poder, de ahí que su presencia en la pequeña pantalla haya aumentado. Su gestión en la Comunidad de Madrid estuvo cargada de polémica, pero su carrera televisiva es bastante favorable.
Esperanza Aguirre sabe que su familia ya ha decidido
Esperanza es una persona tremendamente discreta y nunca dará explicaciones sobre un asunto tan privado, pero la polémica es pública. Varios medios se han hecho eco del desastre inmobiliario: nadie quiere el palacio de la marquesa Beatriz. Sus herederos están cansados de rebajar el precio y han decidido que se quedará tal y como está, no harán ningún cambio más.
Aguirre es consciente de que su marido puso a la venta la casa de Asturias por 980.000 euros, cantidad que ha ido bajando. Actualmente está en 899.000, es decir, han perdido más de 80.000 porque nadie se atreve a ser el nuevo propietario. Según la investigación realizada en JALEOS, el palacio necesita una gran reforma, motivo por el que todos se echan atrás.
Fernando, siguiendo las informaciones publicadas en el medio anterior, no está dispuesto a seguir negociando con la casa de su madre. El precio que ha puesto “se mantendrá así cueste lo que cueste encontrar un comprador, no quieren entrar en negociaciones a la baja”. La antigua líder de la Comunidad de Madrid está de acuerdo, pues apoya a su esposo en todo lo que es necesario.
Esperanza Aguirre tiene un nuevo problema
Esperanza es una figura pública porque ha dedicado parte de su vida a la ciudadanía, pero siempre ha intentado ser discreta. No quiere que su privacidad se convierta en objetivo de los periodistas y ahora tiene un problema por todo lo que se está contando. La herencia de la marquesa Beatriz no era tan brillante como parecía, nadie quiere hacerse con la joya de la corona.
Aguirre ha estado en el palacio, sabe que tiene 40 habitaciones y que las instalaciones necesitan reforma. Fernando Ramírez de Haro lleva intentando venderlo más de 18 meses y no lo consigue, pero no ha perdido la paciencia. Sabe que tarde o temprano encontrará a alguien que quiera hacerse cargo, pues tiene muchos puntos positivos.