Comidas como el sushi o el hummus ya forman parte de la dieta de muchos ciudadanos en España. Así como la celebración de festividades originariamente extranjeras como es el caso de Halloween o el Día de Acción de Gracias. Otra de las actividades que ha ido ganando fuerza en nuestro país es fumar cachimba, un dispositivo que permite fumar sustancias de distintos sabores.
La cachimba, también conocida como shisha, hookah o narguile, es de origen oriental. A pesar de ello, desde los primeros años del siglo XXI se ha ido implantando en países de la Unión Europea y América. El funcionamiento del dispositivo es muy simple, pero es necesario saber prepararla bien para poder disfrutar de ella. Una de las piezas esenciales que marcarán la diferencia a la hora de preparar la shisha es la cazoleta. Para disfrutar de una cachimba al más puro estilo oriental te invitamos a descubrir la marca Wookah.
Las distintas partes de una cachimba
No cabe duda de que la multiculturalidad es una de las características que mejor define a España. Y es que no hay nada que enriquezca más a una persona que nutrirse de las diferentes culturas que nos rodean.
La cultura oriental es de las que más se han ido arraigando en nuestro país. Distintas comidas como el tofu, el sushi o el tataki, creencias como el karma o dispositivos como la cachimba han ido implementándose en el día a día de los ciudadanos de España.
Sin ir más lejos, el 19% de los españoles encuestados entre 18 y 25 años son consumidores de shisha, según recoge 20Minutos.
La cachimba es un tipo de pipa de agua que se usa para fumar tabaco o hierbas de distintos sabores. España, junto a otros países de la Unión Europea como Bulgaria y Grecia, es uno de los territorios que más consume shisha.
La hookah consta de un depósito de agua, un quemador o calentador en el que se coloca la hierba que se desea fumar, y uno o varios tubos de aspiración emboquillados. A través de esas boquillas, los fumadores aspiran los gases producidos en el quemador, después de que estos hayan circulado a través del agua.
El tabaco o las hierbas que se usan para fumar a través de la cachimba no son puras, sino que se trata de una mezcla conocida como melaza. La composición de la melaza tiene dos fines distintos.
En primer lugar, que la hierba no acabe quemándose del todo, sino que esté caliente a muy alta temperatura para que se produzcan los humos y vapores que se fumarán. Y, en segundo lugar, la melaza puede contener sustancias, aromas y sabores que enriquezcan la experiencia de fumar shisha.
Existen sabores de todo tipo: mango, menta, sandía, cereza, naranja, manzana o kiwi, entre muchos otros.
Los beneficios de la cachimba frente al tabaco convencional
Uno de los puntos fuertes de la cachimba es que es menos perjudicial para la salud que fumar tabaco de forma tradicional. Esto se debe a que como no se produce una combustión completa, los humos tienen menos componentes dañinos.
Por otro lado, las aspiraciones de humo suelen tener mucha densidad, por lo que el fumador tiende a aspirar menos cantidad de vapores y humos.
También cabe destacar que la melaza puede contener tabaco o cannabis, por lo que no se trata de un hábito completamente sano. Sin embargo, existen melazas libres de nicotina o sustancias psicoactivas que reducen los riesgos que supone para la salud el hábito de fumar.