Ana María Aldón siempre ha actuado sin pedir permiso, por eso su comportamiento ha sido tan criticado por la familia de su exmarido. Los Ortega Cano nunca entendieron que se acercara a Rocío Carrasco, pero hay un motivo que explica todo esto. Han tenido vidas paralelas: las dos han sufrido y Aldón siempre ha creído el discurso de Rociíto.
Ana María Aldón coincidió con Rocío en un programa de Telecinco, fueron concursantes de Mediafest Night Fever. Ya habían estado juntas en otros programas: desfilaron en la Sálvame Fashion Week y confesaron que habían entablado cierta amistad. Carrasco se encontró con la diseñadora fuera de cámaras y se dirigió a ella para saludarla y darla un beso.
Ana María se esforzó mucho en dejar claro, cuando salió a la luz esta información, que ella no aprobaba una parte del testimonio de Carrasco. Reconoció que sí creía en el relato que hace de Antonio David Flores, pero no se siente identificada cuando habla de Ortega Cano. Lo mismo le sucede a su hija Gema, quien también ha estado muy cerca de Rociíto.
Ana María celebró su cumpleaños en Telecinco mientras trabajaba en Mediafest Night Fever y Rocío le felicitó en directo. Esto demostró que fuera de cámaras habían empezado una amistad que ahora se ha frenado y en Trendings sabemos por qué.
Ana María Aldón sigue creyendo a su amiga
Ana María, cuando todavía podía hablar de Rocío en Telecinco, recordó que ellas nunca habían tenido problemas. Explicó que no se habían hecho amigas de repente, sino que nunca habían estado enfrentadas. Le quitó la razón a los que aseguraban que Rociíto se acercaba a ella para provocar a José Ortega Cano.
¿Cuál es el problema? Que Rocío no puede trabajar en Mediaset porque Borja Prado, presidente del grupo, le ha vetado. Por eso ha empezado otros proyectos y cada vez pasa más tiempo en Madrid, de ahí que no pueda ver a Aldón.
La mujer de Fidel Albiac está recorriéndose España con un espectáculo que hace honor a la memoria de su madre. Todavía no ha estado en Madrid, por eso no tiene tiempo de estar con sus amistades. Al menos eso es lo que contó en la televisión gallega hace unas semanas.