Los problemas de salud del rey Juan Carlos han sido los principales motivos por los que ha acaparado la atención de la prensa en los últimos tiempos. Esto algo que el emérito no lleva nada bien. Al rey emérito no le hace ni la menor gracia que se especule sobre su estado de salud y, sobre todo, que los periodistas le pregunten sobre ello.
Sin embargo, es conocido por todos que Juan Carlos ha tenido que hacer frente a varios reveses a su salud.
Y esto no es algo nuevo. Desde los años noventa, Juan Carlos lleva utilizando sonotone debido a los problemas de audición. Pero ese es solo uno de los tantos problemas de salud a los que ha tenido que enfrentarse.
Muchos de estos achaques han sido de trascendencia pública, aunque algunos se han intentado mantener en el más puro secretismo.
Juan Carlos y los achaques a su salud
El emérito siempre ha intentado cuidarse mucho y tener a su disposición a los mejores profesionales cerca de él. Pero a Juan Carlos no le gusta nada que su salud cope los titulares de la prensa. Fue en 2011 cuando protagonizó un tenso encuentro con los medios al ser preguntado por su intervención en la rodilla.
Juan Carlos siempre ha querido mostrar una imagen fuerte y estable, por ello, no es plato de buen gusto cuando su delicado estado de salud hace sombra a su imagen:
"Lo que os gusta es matarme y ponerme un pino en la tripa todos los días en la prensa", así sentenciaba el emérito ante la insistencia de los periodistas por saber de su salud. Pero la intervención de rodilla solo fue el comienzo de varios achaques más a los que tuvo que hacer frente.
Juan Carlos ha tenido que visitar el quirófano hasta en 20 ocasiones. Según recoge El Periódico, el emérito ha tenido que hacer frente a un nódulo en el pulmón, severos problemas en la cadera y varios achaques en el corazón. Todas estas complicaciones han mermado, y mucho, su estado de salud.
Por todos es conocido que Juan Carlos es un apasionado del deporte desde siempre. En varias ocasiones, la práctica de algunos de sus deportes favoritos le ha costado algún que otro susto. En el 1981, en un partido de squash, Juan Carlos sufrió diversas heridas tras golpearse contra una puerta de cristal.
Más tarde, en 1983, una caída haciendo esquí en Suiza le costó una fisura en la pelvis por la que estuvo un mes en la cama de reposo absoluto.
Pero esta no fue la única que vez que los esquís le llevaron a pasar por el hospital. En 1995, semanas antes de la boda de su hija, la infanta Elena, se fisuró la muñeca derecha.
Uno de los golpes a su salud más recientes fue el pasado año.
Juan Carlos tuvo que ser atendido en el Hospital Clínic de Barcelona. Al emérito se le extrajo un nódulo en el pulmón. Tras unos días de reposo, Juan Carlos fue dado de alta.
La última aparición de Juan Carlos hace saltar las alarmas
La última vez que se vio a Juan Carlos de forma pública fue en Atenas, en el funeral de Constantino de Grecia. Sin embargo, los medios de comunicación pudieron captar el delicado estado de salud del emérito. Sus problemas de movilidad eran más que visibles, no podía caminar sin el apoyo de sus escoltas.
Tras cumplir, Juan Carlos volvía a poner rumbo a Abu Dabi. Por lo que todo apunta a que los planes del emérito siguen siendo vivir en Emiratos Árabes.
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