Jorge Javier Vázquez ha reaparecido tras conocerse el final de 'Sálvame'. Y, como era de esperar, el presentador no se ha mordido la lengua.
Así, ha abierto el programa de hoy intentando pegarle un cartel al plató del programa, donde puede leerse: "'Se traspasa. Razón: la cúpula de 'Sálvame'".
"No puedo pegarlo", se ha lamentado enseguida el presentador. "Tengo que pegarlo a la derecha y la derecha no se me da muy bien".
Sin duda, un brutal zasca hacia los altos directivos de Mediaset que no solo han decidido cargarse el programa, sino que ni siquiera les informaban al respecto de la cancelación. Es más, se enteraban al igual que el resto de los mortales.
Era a través de una noticia publicada por el periódico 'El Mundo' el pasado viernes gracias a la cual tanto los colaboradores como los espectadores se enteraban de este bombazo.
Algo que nos dejaba sin palabras y que a más de uno le cuesta asimilar. De hecho, la audiencia del programa ha prometido movilizarse y hacer lo necesario para impedir que 'Sálvame' desaparezca de su pantalla.
Ya no solo por Jorge Javier y los suyos, sino también por los puestos de trabajo que se perderán si incluímos a todo el equipo que trabaja detrás de cámaras.
De esa forma, mientras algunos esperaban lágrimas y mucho drama, parece que los protagonistas del programa han optado por todo lo contrario.
Y es que parece que han optado por tomárselo con bastante humor y reírse de la complicada situación que se les avecina.
Ayer, por ejemplo, podíamos ver que un profesional acudía al programa para ayudar a los colaboradores a rehacer su curriculum y dejarlo ideal para buscar trabajo.
Jorge Javier Vázquez, implacable ante su inminente despido
Y hoy, con la reaparición de Jorge Javier, todo indica que el presentador viene con ganas de guerra y ya no piensa callarse ante las normas de sus jefes.
Vázquez ha comenzado a soltar zascas desde que la cámara le enfocase por primera vez. De hecho, un tasador ha acudido para ponerle precio al plató e incluso han bromeado con la idea de que pudieran ponerle precio a los propios colaboradores.
"Soy dios", ha comenzado soltando el presentador. "No podrías ponerme precio". Y le ha explicado al experto que "el plató hace dos años que lo reformamos, la luz cuidado porque me saca un cuello que ni la rana Gustavo".
"Nada menos que 14 años hemos aguantado para que luego no digan que existe la magia", ha proseguido implacable.
"Tened cuidado que el plató está maldito", ha advertido lanzando una pullita a Ana Rosa Quintana, que será la que le sustituya a partir de ahora.
"Muchos se han caído, otros se han divorciado y a mí me dio un ictus", ha señalado Jorge. "A lo mejor incluso es buena idea que esto se acabe", ha proseguido en sus ataques.