Irene Rosales es una mujer que siempre ha llevado por bandera su faceta de madre lo más discretamente posible. Eso sí, a veces ve cómo sus pequeñas salen salpicadas por un problema de privacidad y decide cortar por lo sano tras las críticas recibidas de algunos seguidores.
Irene tuvo dos niñas con su marido Kiko Rivera, Ana y Carlota, a las que quiere con locura. Según van creciendo, la excolaboradora sabe que tiene que tener mucho cuidado con lo que muestra de ellas en sus redes sociales.
A la buena de Irene Rosales le siguen en las redes sociales miles de personas. Y desde hace unos días, ha considerado que tiene que cortarse más a la hora de exponer a sus pequeñas en su cuenta de Instagram.
Irene Rosales ve cómo salen salpicadas por un asunto sensible
El caso es que en los primeros años de la vida de Ana y Carlota, la mujer de Kiko sí ha expuesto a las pequeñas en sus redes. No he tenido problema en desvelar como son físicamente. Y todo a pesar de haber recibido críticas por ello.
Pero Irene quiere lo mejor para ellas y desea que no salgan tan expuestas ahora que están creciendo tanto. Por ello, ha tomado una decisión que seguro ha pensado con toda la serenidad del mundo y especialmente por el bien de las pequeñas.
Y es que, en sus redes sociales, vamos a ver a partir de ahora cómo cambian mucho las imágenes de sus dos hijas.
A pesar de que lleva un tiempo poniendo en práctica la decisión de ocultar los rostros de sus hijas en las redes, finalmente ha tenido que dar explicaciones. Lo ha hecho porque hay muchos que no les ha parecido bien este cambio repentino de la extelevisiva.
Irene Rosales y su tajante decisión sobre la privacidad de las menores
Hay que recordar que hasta hace poco solo censuraba la cara del hijo mayor de su marido, Francisco. Y todo por el acuerdo al que llegaron tanto Jessica Bueno como Kiko Rivera, los padres del menor.
El caso es que Irene Rosales ha pasado a la acción ocultando parcialmente a sus dos pequeñas. Una práctica que ya hacen muchas famosas como Penélope Cruz o Laura Escanes.
Parece ser que ha recibido varios mensajes criticando este punto de vista tan distinto al que tenía hace unos años la andaluza. E Irene ha expresado en sus redes sociales qué le parecen estas críticas que para ella son totalmente justificadas.
Eso sí, confía en que la mayoría de los seguidores entiendan que es su decisión y, sobre todo, que se pongan en el lugar de una madre como ella.
"Sé que la gran mayoría respetará mi decisión"
"Para todas aquellas personas que parece molestarle que haya tomado la decisión de taparle la cara a mis hijas, siento deciros que si lo que pretendéis ver en mis redes es la cara de mis hijas, prefiero que no me sigáis, ya que desde hace un tiempo tomé la decisión de no sacarlas", comenzaba explicando en uno de sus stories de Instagram.
Irene ha sido muy tajante, exponiendo a su vez que "ahora si os apetece montáis en cólera, pero sé que la gran mayoría respetará mi decisión", ha concluido.
Hay que reseñar que si nos fijamos en el muro de Instagram de la influencer, aún podemos ver alguna foto de sus hijas con la cara destapada. No sabemos si Irene dejará esas fotos pasar, pero lo que sí ha dejado claro es que será una norma tapar el rostro de sus hijas de aquí en adelante.
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